miércoles, 22 de agosto de 2018

Playas libres de humo


Y una polla.
¿Y para cuándo libres de borrachos y sus botellas?
Porque el tabaco es lo menos preocupante.
Los borrachuzos y alegres ciudadanos de mierda con sus botellones y verbenas crean miles de toneladas de desperdicio. Orines y excrementos incluidos.
La hipocresía y el ansia recaudatoria de los ayuntamientos es propia de los fariseos de la biblia. Y es que no tienen cojones, ovarios, ni medios para penalizar el consumo de alcohol de tantos que son los putos borrachos.
Por otra parte el analfabetismo de la ciudadanía borracha y ciega, es lo más oportuno y sostenible para los gobiernos de la basura mental.
Hoy más que nunca es necesaria una catástrofe natural, nuclear o químico-biológica que limpie el estigma de la imbecilidad de la población.
Playas libres de puercos sería lo correcto.

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