miércoles, 6 de junio de 2018

Transversalidad


Cuando los políticos con su gran y desmesurada incultura pronuncian una palabra, suele ponerse de moda entre la chusma y se usa en todo momento sea cual sea su significado.
Porque la cuestión es imitar a los idiotas a falta de conocimientos propios.
Eso de que la política sea transversal, tiene dos lecturas: que corta y rasga con las normas, o la más amable que usan los populistas sin demasiada cultura: que se extiende hacia todos los ciudadanos respetándolos.
A la segunda opción yo digo que una mierda.
La transversalidad es el filo de un cuchillo que empuña un tirano, cualquier fascista (sea de izquierdas o derechas) para alcanzar el poder y beneficiar a su raza o tribu.
Porque la política no tiene que ser transversal como la tangente de una circunferencia o una calle que cruza a otro; es idiota esa metafórica transversalidad.
Por eso cuando muchos están viendo una mamada (una felación) en directo, no saben si es real, es metafórica o si deberían masturbarse ante el que pronuncia transversal con los labios húmedos de tanto que se le llena su boca de mierda.
Cuando dicen transversal deberían decir (si conocieran la ética) general, conceptual, cosmopolita, aglutinador, etc…
La transversalidad es un corte, sangría.
Una de dos: los políticos son unos ignorantes (estoy seguro) o son simplemente pequeños dictadores frustrados desde su niñez, esperando como un huevo de insecto el momento de eclosionar transversalmente (que también estoy seguro).
Y es que confiar en los políticos es un acto de ingenuidad que YO, con mi gran carga de experiencia y sabiduría, no me puedo permitir.
No puedo humillarme gratis por mucho que cientos de miles de insectos hayan votado a cuatro políticos que hacen del lenguaje mierda y confusión.
Lo único transversal que conozco y puedo soportar sin sentir asco hacia la palabras son las calles y la raja de mi culo.

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