viernes, 27 de abril de 2018

La serenidad


Aparece sola, sin conjuros.
Sin tratamientos psicológicos.
En cualquier momento, cuando dejas vagar perezosamente la mirada y encuentras que la vida y lo inanimado comparten un espacio íntimo y está todo donde debe estar.
Y es mágico en su absoluta sencillez. Captas el momento para no olvidarlo, para poder contarte a ti mismo que hay momentos también de una sorprendente serenidad que te sedan de dolores y muertes.
A veces vale la pena vivir.

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