viernes, 30 de marzo de 2018

Demasiada vida


¿Le está pidiendo ayuda el joven pino vencido por el viento? Como si le pidiera a su compañero que no lo deje caer y morir. Que todo se arreglará…
Nunca es buen momento para morir.
Para nadie.
Hay lugares, como los bosques, en los que la vida está tan abigarrada que, no hay espacio para morir.
Y pienso el día en el que la muchedumbre humana sea tan densa que los cadáveres se mantengan derechos. Llevados, arrastrados por la apestosa masa humana con absoluta indiferencia.
Es mentira: sí que hay buenos momentos para morir. Éste es uno que me gusta.
Me subo con cierta urgencia en la bici, quiero alejarme de ese drama. Me perturba más de lo que quisiera mi cochina imaginación.
Y aun así, es una hermosa tragedia.

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