Cumple años Mia Rose

Cantante, compositora y actriz luso-británica famosa por YouTube, donde consiguió estar entre las primeras tres artistas más visitadas y ser la cantante con más suscriptores de todos los tiempos.
Lo encuentro lógico dada la calidad física de Mia; pero sinceramente, no he perdido el tiempo mirando un vídeo suyo, me conformo con verla callada.
(No confundir con una actriz pornográfica del mismo nombre, aunque ambas están buenísimas)

Cumpliría años Frank Costello, mafioso italoestadounidense, un auténtico ministro del crimen; como jefe de la Cosa Nostra controlaba el juego por todo Estados Unidos y era de lo más influyente en la política. Lideraba la familia Genovese, archiconocida por el millón y pico de pelis que hay sobre el tema.
Fue el primer mafioso en hablar con un psicólogo por la depresión que le generaban algunas decisiones que había tomado en su vida. Finalmente el psicólogo le recomendó que hiciera amigos no siempre mafiosos, consejo que siguió trabando amistades con personajes famosos como el actor Anthony Quinn.
Curiosamente no murió cosido a balazos, simplemente padeció un infarto.

Cumpliría años Nicolae Ceaușescu, político comunista, presidente de Rumanía y secretario general del Partido Comunista Rumano en el periodo 1965-1989.
A partir de su segunda década de gobierno, se convirtió en un tirano asesino con un ego desmesurado y mesiánico. A él y a su santa los fusilaron juntos.
Es bueno que a los hijos de puta los maten para variar, porque no suele ocurrir. Larga muerte a los puercos.

"CLUB DE LOS PRESIDENTES.
El acoso y los toqueteos a las azafatas en una cena benéfica sacuden la City londinense.
Las revelaciones sobre la gala organizada por el Club de los Presidentes, a la que solo eran invitados hombres, provocan el cierre de la organización y sacuden al 'establishment' de la capital británica.
El País, 25/01/2018.
Solo había hombres invitados a las Cenas de los Presidentes, un evento que se organizaba en Londres y cuyo objetivo era recaudar dinero para organizaciones benéficas. En la última se recaudaron dos millones de libras para un hospital de niños. Pero el Club de los Presidentes, la organización responsable del evento, anunció el miércoles que echará el cierre después de que una investigación encubierta del Financial Times descubriera que, al menos en la última cena, celebrada el pasado jueves, las azafatas eran toqueteadas, acosadas y objeto de proposiciones sexuales.
Los patronos, entre los que se contaban millonarios, famosos y políticos, han explicado en un comunicado que, antes de cerrar, todos los fondos recaudados en la cena de etiqueta, celebrada en el hotel Dorchester, serán “distribuidos de manera eficiente entre organizaciones que trabajen con niños”. Ni una libra irá, sin embargo, al hospital Great Ormond Street, que ha asegurado que devolverá las donaciones del grupo.
La City entera, entre cuyos altos ejecutivos las Cenas de los Presidentes eran un símbolo de estatus, ha dado la espalda a la organización. Las compañías que cedían objetos para la subasta, que era la forma en que se recaudaba dinero, han dicho que no seguirán con sus donaciones. Los premios incluían -además de un vale para una operación de cirugía estética con el reclamo de "añada picante a su esposa"- un té con Mark Carney, gobernador del Banco de Inglaterra, y una comida con Boris Johnson, ministro de Exteriores. Johnson afirma que no había acordado apoyar el evento y que desconocía que estaba incluido en la subasta. El Banco de Inglaterra asegura que el té con Carney, al que se accedió porque habían aportado un premio semejante a otra subasta benéfica, quedaba inmediatamente cancelado.
Los 360 invitados, del mundo de la empresa, las finanzas y la política, se han apresurado a distanciarse. David Meller, copresidente del Club, era un donante del Partido Conservador que acabó con un cargo intermedio en el ministerio de Educación. Tras el escándalo, se ha visto obligado a dimitir. Su compañero en el ministerio Nadhim Zahawi, secretario de Estado de Infancia y Familias, ha sido reprendido en Downing Street por asistir y no dar cuenta a la primera ministra de lo ocurrido en la gala.
En la cena se sirvió salmón ahumado con caviar, carne de vaca de larga maduración y Dom Pérignon. Después se pujó en la subasta. Pero, según la investigación del Financial Times, algunos invitados sometieron a las 130 mujeres empleadas como azafatas a un acoso sexual constante.
Antes de la cena, la organización informó a las azafatas, como pudo comprobar la periodista infiltrada Madison Marriage, de que debían llevar ropa interior negra, a juego con las minifaldas que se les proporcionarían, y de que sus teléfonos móviles debían dejarse fuera. Se les hacía firmar acuerdos de confidencialidad, se les acompañaba de vuelta a la sala si pasaban demasiado tiempo en el cuarto de baño y se les ofrecía reiteradamente vino. Las azafatas debían ser “altas, delgadas y bellas”.
Marriage asegura que fue manoseada reiteradamente y que otras mujeres fueron invitadas a habitaciones de hotel. Una de las mujeres asegura que uno de los invitados le mostró el pene.
El Club de los Presidentes era, hasta su cierre, una organización benéfica con 33 años de antigüedad. Aunque el mundo ha cambiado mucho en ese tiempo, las cenas de gala que organizaba para recaudar fondos que se destinaban a buenas obras han cambiado sorpredentemente poco. Entre los invitados a sus cenas abundan ejecutivos del sector inmobiliario, y las empresas pueden patrocinar mesas enteras del banquete. La cena de 2013 recaudó medio millón de libras, una cuarta parte de recaudado este año.
Las revelaciones coinciden con un creciente debate global sobre el tratamiento de la mujer en diversos sectores de la sociedad, desde el cine hasta la política. El Financial Times no es un periódico que acostumbre a trabajar con periodistas de incógnito, técnica más utilizada por los tabloides sensacionalistas. A muchos ha sorprendido que lo haga precisamente para atacar a los ejecutivos de la City y el establishment, sus lectores tradicionales. Pero el diario lleva tiempo apostando por los temas que hablan de la desigualdad de género, en un país en que este debate que se ha abierto ha producido ya importantes avances: a partir de esta primavera, por ejemplo, las empresas estarán obligadas a publicar información sobre la brecha salarial en su seno y a detallar los planes que van a poner en marcha para reducirla.
La primera ministra, que se encuentra estos días en el foro de Davos, “está en shock por lo que se ha publicado”, según un portavoz de Downing Street. “Esto muestra que hay un camino largo que recorrer hasta asegurar que todas las mujeres son tratadas adecuadamente como iguales”, ha añadido."

Esto es lo que se dice, una noticia para la distracción de la chusma que tiene los sesos comidos con el asunto televisivo y mediático internetero del acoso sexual. Que en muchos casos, el cacareado acoso es un acuerdo de arribismo puro por parte de algunas "víctimas".
Yo no me trago toda esa explotada mierda de santerías y mártires tan de moda.
Y aquí ocurre lo mismo, las azafatas en su mayor parte son "escorts" (acompañantes de lujo para cualquier actividad sea social o sexual). Hay muchísimas empresas dedicadas a dar el servicio para gente millonaria y poderosa; lo sé porque llevo años viviendo en este planeta de mierda.
El que un borracho millonario se sacara la polla, es algo que no me escandaliza. Es el comportamiento habitual entre putas y clientes (para el que no sea un ignorante cándido).
Me estoy refiriendo a tipas que les pagan muchísimo dinero. Hay putas que se quedan sin dientes de tanto hacer mamadas y en su vida saldrán de la miseria.
Esto es lo que hay que destacar, puesto que no han sido raptadas las "azafatas" y esclavizadas contra su voluntad. E imagino, que si tienen algo de cerebro, sabían muy bien a lo que iban.
Respecto a los periodistas y otras personalidades notorias, son putas/os oportunistas que venden escándalos inexistentes (escándalo sería algo que se saliera de lo habitual) para aparecer como defensores de mierda de la justicia social y la dignidad mierdosa.
Moralistas de la chusma.
Y no hay que ser muy inteligente, para saber e imaginar como son  las cenas y reuniones de la gente multimillonaria y poderosa.
Cuanto más dinero y poder, más degeneración e indecencia. Cuantos más millones, más cerdos y cerdas son. Lo sé porque soy viejo en el planeta, insisto.
Si alguien se siente espantado, debería tomar alguna vitamina para el cerebro y darle algo más de agilidad y un poco de madurez.
Hay cuestiones mucho más importantes que llevan al hambre y la muerte a personas sin dinero y sin poder. Y son millones, coño.

La cuestión es que empieza el fin de semana y a estas alturas, las fiestas navideñas son un recuerdo lejano que aún deja sabores amargos con los saldos de las tarjetas de crédito.
Para pasar ese mal trago, hay que drogarse y alcoholizarse. Es la única solución.
Porque el suicidio, sería demasiado radical y una vez muerto, no te puedes arrepentir y pedir que te devuelvan el dinero.

Buen sexo.
Iconoclasta