miércoles, 17 de enero de 2018

Caídas



—Y si vas a caer ¿por qué no paras?
—Porque entonces, siempre debería detenerme. Y no quiero, la inmovilidad lo daña todo.
—Puedes morir (podemos).
—Ocurrirá inevitablemente. Es el final, siempre morimos.
—Yo lo decía por tener algo de tranquilidad.
—Muertos estaremos tranquilos, la muerte es quietud. Mientras tanto, caigamos. No tenemos otra cosa que hacer mientras se nos acaba la vida.
—Es lógico, aunque un tanto temerario. La cuestión del dolor es importante.
—No seamos tan cobardes. Caer y levantarse hace el tiempo más rápido y ameno. ¿O quieres morir frustrado?
— ¿En un sillón frente a un televisor? Eso es pudrirse antes de morir.
—Entonces, sigamos cayendo y deja de tocar los cojones.
—Yo solo quería filosofar, tener un pensamiento trascendente.
—Bueno, entre caída y caída, siempre hay tiempo para un orgasmo. Eso sí que es trascender. Deja las chorradas metafísicas para los que no caen, tienen tiempo.
—Sea como sea, jodemos o nos joden.
—C’est la vie!

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