sábado, 23 de diciembre de 2017

Fascinación


Podría haber nacido en alguna cueva oscura porque así es mi pensamiento.
Sin embargo, nací como cualquier otro mediocre, en un hospital, saliendo de una mujer que sufría.
No puedo recordar el momento en el que degeneré a la penumbra en mi infancia; pero nunca olvidaré un cielo azul en el que flotaban todos los adultos que conocía clavados en cruces, con rostros dolientes, en un horizonte inmenso. Mis padres estaban entre ellos.
El sueño era a todo color, filmado en Panavisión.
No tenía miedo, no sentía angustia, ni pena por los crucificados; simplemente estaba fascinado.
Y ya.
Hasta hoy.

No hay comentarios: