martes, 3 de octubre de 2017

Banderas e himnos


Son putos tiempos de banderas e himnos.
No estoy en el tiempo ni lugar adecuado.
Aunque no existen semejantes cosas.
Le confesaría a un cura si creyera.
"Tengo un problema, padre: 
Cuando veo una bandera o escucho un himno, siento un dolor agudo en los genitales y parece que me arrancan de la cabeza mi individualismo, mi libertad, lo que soy. Padre: ¿sería legal pedir a Dios que incinerara las banderas, las manos que las soportan y las bocas que canta himnos?
Necesito tranquilidad, padre de mierda."
Veo un mástil vacío y libre, como yo; somos iguales en la bendita y silenciosa soledad donde no acude nadie.
Y me da paz.
Y está bien.
Dos veces bien.

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