domingo, 9 de julio de 2017

Cuidado Cuidado


Lo más molesto de pasear por el campo no son las moscas, los mosquitos, las piedras, ni el ardiente sol.
Lo más irritante son los ciclistas tontos que como cotorras repiten: ¡Cuidado, cuidado!
Y ya son mayorcitos para que se cuiden ellos mismos. Si no tienen cojones para ir en bicicleta relajados, que se metan en el coño de su madre para que los cuide.
A mí me importa el rabo de la vaca los cuidados que esas nenazas temerosas puedan necesitar.
Que los cuide dios o su padre que debe ser como ellos de idiota.
Es que sus vocecitas son peores que el zumbido de una mosca, peor que el olor a estiércol.
No es de extrañar. Si le das a un vulgar mediocre una rueda o varias, cualesquiera que sean; asumirá que es el centro de atención y que precisará cuidados de mierda. Un especial más de tantos que pululan por el mundo.
Y por supuesto, se trata de ciudadanos ejemplares, integrados en la so(su)ciedad y participativos. Incluso sueñan con un coche híbrido.
¿Se creerán en serio que me la ponen dura?
Está bien, si es una ejemplar ciudadana con ejemplares tetas y abierta de piernas mostrando los labios de su vagina rasurada con expresión de puta; en efecto, me la pone dura.

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