lunes, 12 de junio de 2017

Tiempos



La constante presión de amarte hace del corazón una bomba sangrante de tiempo.
Tiempo de ansiar, tiempo de espera, tiempo muerto. Tiempos duros y húmedos.
Segundos que se derraman blancos por los testículos, el vientre y las ingles.
No me envejeces, no es lo que marca esos tiempos a los que me sometes.
Lo que destaca es mi absoluta dependencia de ti en cada segundo.
Sentimental y orgánicamente.
Mi reloj indica las horas con tus piernas y los días con tus ojos.
Mi reloj es de carne y suspira en mi muñeca recordándome que mi función en la vida es amarte y follarte. 


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