jueves, 4 de mayo de 2017

Yo Divino


Una luz cenital se derrama por mi viejo, curtido y bello rostro.
Señalándome, eligiéndome y haciéndome singular en este planeta al que no pertenezco, soy un error.
Me hace Divino a los ojos de los mortales.
Solo es concebible Dios cuando soy consciente de Mi propia existencia.
Cuando la Divina luz me baña.
Entonces creo en las liturgias y otros ritos supersticiosos.
No he venido a salvaros, solo a mirar.
Otro día hablaré de las tablas de unos mandamientos que me dejó caer un rayo en una tarde de tormenta (con zarzas ardiendo y todo el atrezzo), cuando subía la montaña en bici y ahora las uso como cenicero.

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