jueves, 18 de mayo de 2017

El sentido de la vida


Y si realmente existes o no existes. ¿Cuál es el problema?
Porque las células no se detienen a la hora de escindirse para multiplicarse.
Corazón y pulmones cumplen su cometido independientemente de que se dude del sentido de la vida.
El sentido de la vida es el movimiento, el desgaste. Es crear y morir mientras tanto.
Las dudas, las malditas dudas que nacen del miedo al futuro.
Si dudas no trasciendes.
Preguntando no se crea.
No haces nada, no dejas huella hasta que te mueves sin miedo a fracasos o al pensamiento ajeno.
Afirmar o negar, justicia o injusticia, amor o crimen. Ejercer... Es lo sólido, es entonces cuando el pensamiento es capaz de mover el fiel de la balanza; cuando el pensamiento se hace acción. 
La duda, la ambigüedad solo genera inmovilidades y probabilidades.
Simples consuelos a la incapacidad propia, que no pesan.
Consuelos que aleatoria y raramente satisfacen.
Cuando alguien se pregunta o busca el sentido de la vida, es porque tiene una seria carencia de imaginación y un exceso de abulia.
Muerte, trabajo y oscuridad, es la santísima y aterradora trinidad de filósofos inoperantes.

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