martes, 1 de noviembre de 2016

Blancas tumbas


Soy un iluso, además de tener que ir urgentemente a la óptica a que me revisen la graduación de las gafas.
Por otra parte, creo que he de atar fuerte mi imaginación. Soy un romántico patológico.
Creí que era una preciosa configuración frontal de tumbas blancas, un simpático cementerio.
Pero no, eran simples balas de heno primorosomante empacadas.
Mierda...
Pues nada, no me rindo.
Así, que le doy rienda suelta a la imaginación y digo que son tumbas, tumbas blancas y anónimas. Porque están en el sitio perfecto y en el día que han decidido que sea de muertos.
Faltan zombis en el prado; pero no tenía ganas de esperar, sinceramente.
Cuando ves una tumba por más de treinta segundos, empiezas a bostezar.

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