lunes, 28 de diciembre de 2015

Inocentes...


No existen los inocentes porque sería una forma de decir que existen culpables.
Seamos claros, los hay buenos y malos como el excremento.
Por otra parte, si nacieran inocentes, se les mataría. No soy yo quien lo dice, hay una gran tradición de supersticiones y cuentos que respalda lo que afirmo.
Que viene a ser más o menos: "Hagas lo que hagas, cualquier policía, juez, político, médico o sacerdote te va a condenar si el primer café del día no le ha sabido bien".
Así se mueran, hijoputas.
Vaya broma de mierda.

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