domingo, 13 de septiembre de 2015

Un niño muerto

 

He visto pasar por detrás de mis ojos a un chiquillo contento que corría sonriendo.
Era yo.
Y he sentido un escalofrío de locura y una pena infinita por ese niño que juega feliz sin saber que está muerto.
No tengo párpados tras los ojos, no he podido cerrarlos y obviar así la pena.
Lo he visto reír tanto tiempo, que he dudado.
Tal vez el muerto soy yo.
Las infames lágrimas en mis mejillas han confirmado que es el niño el muerto.
Y quisiera ir con él; pero he girado los ojos al exterior y he visto que es tarde, que no tengo ánimo para jugar con él.
He recogido una lágrima salada en la comisura de mis labios con la lengua y he dicho: "nunca exististe, pequeño".
Lo he oído llorar.
He aspirado el humo del cigarrillo, soy un hijo de puta.

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