sábado, 19 de septiembre de 2015

Mucha glucosa y poco tiempo


Vaya cuento con el cerebro... Ya tengo comprobado que se alimenta con la totalidad de la bilis del hígado, en lugar del 50 % de la glucosa del riego sanguíneo que dicen los optimistas. Un gran porcentaje de los sueños, son amargos cosa mala y en el caso de los cerebros depresivos, el tejido neuronal debe alimentarse de puré de cebolla y alguna semilla sosa como el ajonjolí.
Y el otro gran error es su excesiva actividad: crea demasiados sueños y esperanzas para el ciclo biológico tan corto que tenemos: la peña se muere sin haber cumplido ni un 0,2 % de lo que ha pasado su triste vida soñando.
Margaritas a los cerdos.
Tanta técnica y estilismo en el acto sexual para acabar sacando más partido de una masturbación en un lavabo.
De verdad que empiezo a estar asqueado de saber tanto.
Tengo unas ganas de dejar de quemar bilis en mi cerebro...

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