jueves, 18 de junio de 2015

El poder con "j"


Me froto con los restos fermentados de muertos y grasas succionadas de gordas y gordos que almacenan como deshechos hospitales y clínicas de belleza.
Me dijeron que era lo mejor.
Y cuando tienes dinero, has de pagar lo más selecto, porque morir rico y vivir miserable es un mal plan.
Me enjuago con sangres tibias, que también compro. Hay tantos niños sin padres y padres que necesitan dinero en el mundo... Solo hay que poner anuncios y te venden a sus hijos porque tienen muchos y una buena capacidad conejil para reproducirse. Por otro lado, hay tantos bebés pudriéndose en arrozales y campos de caña, que no pueden ocultarlos.
Es un mundo maravilloso si tienes dinero.
Ocurre que a veces no tengo suficiente sangre para aclararme tanta grasa de mierda, hay lípidos de gente de mala genética que necesitan al menos quince litros de sangre para dejarte limpio.
Entonces tengo que llamar al jefe de policía.
Y matan cinco o seis humanos más.
Usar seres humanos y literalmente exprimirlos, es la máxima expresión de poder.
Os lo recomiendo.
El poder reside en quien vive, ergo es necesario matar muchos seres, grandes o pequeños, da igual, para que el poder se haga cada vez mayor, casi sagrado.
Y yo ya soy Dios.
Seguramente pensáis que no merecéis morir; pero reflexionad: estáis condenados a morir tarde o temprano, cuanto antes salgáis de este valle de lágrimas que es la vida, antes empezaréis a disfrutar del paraíso.
Y dejad que vuestras hijas, sobre todo si están muy desarrolladas, vengan a mí.
Con Tío Dios... Las haré madres a todas y por lo tanto, sagradas madonas.
Os las cuidaré bien mientras os pudrís en la tumba, que los gritos de placer que les arranque lleguen a vosotros.
Amén y a la mierda.
―Necesito más sangre, esta grasa que me han traído parece coreana, coño. ¿Es qué vais a estar bailando samba todo el puto día? Frente a Louis Vuitton hay al menos doce niños pidiendo.
Puta policía... Monos bailarines...

No hay comentarios: