Pongamos que las cosas no van bien: no quiero ser padre, no quiero pagar durante tanto tiempo un error. Y el tiempo me importa más que ser padre.
Pongamos que un hijo es una prueba de amor y demostraría que no te amo lo suficiente.
Pero sobre todo, sopesemos el aborto antes de la separación.
Porque yo no seré padre.
Mientras tanto, jodamos libres y relajadamente, sin tomar precauciones; ya nada peor puede pasar. Mientras tanto puedes decidir si abortar o separarnos.
No vale la pena disgustarse demasiado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario