martes, 24 de marzo de 2015

Unos guantes y un diccionario


He comprado unos guantes y un diccionario. Y caminando he pensado, porque es un mal inevitable pensar.
Y he imaginado morir aplastado por un camión.
Y lo que la gente se preguntaría al ver mis restos: ¿para qué quería usar guantes con el diccionario?
Y yo les respondería desde el otro mundo, que mis pensamientos se forman con palabras y muchas son sucias. Son todo lo sucias que puedo encontrar. Porque hay quien escribe de lo bello y a mí me ha tocado ser el carroñero.
Que está bien así, hay demasiados poetas. Prefiero la minoría aunque me joda, por eso me había comprado unos guantes, idiotas.
Y no por el  frío.
Para no envenenarme al fumar con mi propia suciedad. ¿Mejor así?
A veces, imaginar morir es una sorprendente sonrisa.

No hay comentarios: