sábado, 28 de febrero de 2015

Los labios más carnales

Hay unos ojos entornados con un sobrio destello de cariño. Una hermosa amenaza.
Parece decir: "Te quiero; más allá de lo que conoces, es profundidad ¿entiendes?"
Se hallan sobre unos labios carnalmente gruesos, perfectamente tallados, desesperadamente deseables; sus comisuras forman el inicio de una sonrisa.
No entiendo nada, cielo, solo intuyo; porque eres enloquecedora en toda esa gama de emociones a la que me sometes, forman una intrincada trama en mi cerebro que es difícil de concretar. Basta con intuir, jamás podría entender.
No ante esos labios que inspiran el temor de no abarcarlos con un solo beso. Solo que el temor va de la mano del deseo atroz haciendo inevitable la batalla por lograrlo.
Y pienso que no hay nada superfluo en ella.
Nació para un fin y sus labios dicen que el fin es enloquecerme con ese amplio espectro de emociones.
Es un misterio que de resolverlo, me llevaría a las puertas de un enigma. Es excesiva en su sensualidad que asalta sorpresivamente mi corazón sin previo aviso.
Como un ataque...
Temo no poder abarcar esos labios suculentos con los míos. Es agonía tener la certeza que un beso no bastaría.
Es delirante su mirada cargada de gravedad y cariño. Esa dulzura tan sólida y formal como un pacto... No es de aquí, tiene que tener otro origen incierto.
Un hombro cubierto tan solo por dos estrechos tirantes... No es un hecho extraordinario en otros seres.
Nada es superfluo en ella y todo lleva a pensar que tras el primer beso, nada volverá a ser igual.
Algo tiene que ocurrir, un desplazamiento cósmico, una erupción solar extraordinaria, la destrucción de la vida en un planeta...
Cuando la carne de sus labios cubra los míos y sea sometido a esa mirada densa de cariño y profundidad, sé que deberé soportar el peso de un amor que jamás podrá ser sereno.
Será una tormenta de amor geológico, perturbador como un corrimiento de placas continentales.
Tan profundo como el magma.

No hay comentarios: