viernes, 6 de diciembre de 2013

Los amantes y su dolor

Los amantes y su dolor.
Los amantes, aunque se amen en secreto, tampoco son la hostia puta de la pureza de amor, ternura y bondad. Y mucho menos de la tristeza.
Cogen y se comen el coño y la polla como cualquier hijo de vecino (que juran y perjuran que va a ser el único coño o polla que se comerán jamás).
Lo que ocurre con ellos, pobrecitos, es que aún con los bajos sucios de semen y fluido llegan a casa para follar con quien ya no quieren.
Y ahí sí que lo pasan mal corriéndose de placer pensando en su verdadero amor.
Angelitos...
No jodas... Es que me parto.
Disfrutad del drama a toda madre, lujuriosos adúlteros y cornudos.
Aquí debería haber un Míster Smiley con la boca desencajada de risa; pero como soy iconoclasta, no pongo una mierda.

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