miércoles, 7 de septiembre de 2011

Iconoclasta el genocida


Tengo mil bebés en mis testículos.
Practico el aborto de forma habitual, con cada masturbación, con cada gemido que doy en la oscuridad, en la soledad obscena.
No tengo corazón, me entretengo con extinguir lo que un día pudiera nacer.
Y no me duele nunca.
Soy Iconoclasta el genocida.
Buen sexo.

2 comentarios:

Aragggón dijo...

Genial! siempre genial! Lo que yo no entiendo,es el por qué de mi excitación cuando el iconoclasta se vuelve genocida, criminal, obsceno, lascivo... ¿por qué? ¡carajo!

Iconoclasta dijo...

Porque el iconoclasta que no es todo eso, es tan mediocre que da pena, cielo.
Es por ello que cuando ves al otro, te excitas tanto.
Tanta mediocridad aburre.
Muaaaaaaaaaaaaaaa...
Y genial tú.