lunes, 23 de agosto de 2010

Batallitas de médicos


Cómo le gusta a la peña alardear de su mala salud y de lo mucho que les operan, o de sus próximas operaciones.
Sinceramente, yo no voy al médico ni a que me haga un análisis de esperma la enfermera de carnosos labios de mi consultorio de unidad primaria.
Me marean, me aburren cuando uno le explica al otro que lo operaron de almorranas muy gordas y el otro le dice que para almorranas las suyas, que hasta se quedaba anémico cuando iba a cagar.
Y cada operación es peor y mucho más cruenta y todo es dolor ; pero sobre todo, valentía por parte de esos héroes del quirófano que aguantan con estoicismo toda clase de exploraciones prostáticas y vaginales con una pérfida y depravada sonrisa en sus rostros.
Eso cuando no disfrutan como cochinos cuando les extirpan las piedras de la vesícula y las llevan en su botecito para enseñar al mundo entero.
Qué asco.
Pues que los operen.
Un día de estos iré al médico para que me opere de este aburrimiento. Preciozo.

Buen sexo.
Iconoclasta

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